viernes, 14 de noviembre de 2008

LOS SEÑORES DE LA GUERRA

JUJUY-ARGENTINA
Los Señores de la Guerra


El mundo esta hecho de palabras, de sucesos caprichosos, de capciosas preguntas, de mentiras infalibles, de grandilocuentes excusas...
Hay un mundo que desconozco, que me es extraño, del que inevitablemente me exilio, marcado por tendencias y estilos, un mundo seriado y mal vestido.

En la historia de la humanidad hay un antes y después, en tu historia también hubo un antes de vos y un después de vos, la estrecha entrada al mundo escénico, el quiebre lírico del espíritu, ahí estás apareciendo en escena desnudo y tambaleante, algo aturdido con los signos de interrogación bailando a tu alrededor y miras con cierta vaguedad y tristeza y apretás fuerte los labios para no llorar... o gritar... y a partir de ahora vos sos el protagonista.
Tengo el tono silencioso de dos imágenes latentes en mi memoria, la de un joven chino parado, estoico, frente al avance de un tanque de guerra y el de una niña vietnamita, corriendo desnuda por las calles de su aldea después de un ataque, hay días que se cuentan no por horas sino por momentos, momentos que tienen la primicia en nuestra conciencia.
La primera imagen la registro en 1989 en la plaza de Tianamen en China, la segunda diecisiete años antes en Vietnam del Sur, aquel joven no logro contar su historia, la niña, Kim Phuc, se convertiría después en embajadora de la UNESCO.
Encontrar un paralelo en esas historias no fue difícil, los paralelos se trazan por los hechos trágicos, o por aquellos seres que hacen las veces de abominables amos y representan al poder de turno para unos pocos o lo que es peor para ellos mismos.
El régimen totalitario de China, la guerra sucia de Vietnam, dictadores como Hoxa, Bokassa, Idi Amin Dada, Duvalier, Noriega, Pinochet y la lista sigue y sigue y los muchachos se repiten en distintas épocas, en el mismo papel, ellos que deciden, que juegan, ellos que quiebran inevitablemente a miles...
Mientras miraba las fotos pensaba, “que podía unir a esos dos seres tan lejanos”, que es lo que sobrevive después de una gran tormenta, que queda de nosotros, ahí estaba la respuesta, queda el momento de lucidez, ese momento único en el que decidimos ser protagonistas de nuestra propia historia, tomar el coraje necesario para seguir contando y enseñar, a aquellos que no se animan y quedaron detrás de bambalinas como sórdidos fantasmas, a salir a escena.
Los señores de la guerra, aquellos que usurpan mis derechos y los tuyos, ellos que viven fragmentados, que están en los gobiernos de turno o en la vereda de enfrente o en tu propia casa, ellos que piensan, precariamente, que golpearte para silenciar tu música es lo mejor o callarte lo mas oportuno para seguir de pie, ellos que esconden debajo de la alfombra palabras como abuso, porque seguramente no riman, no pueden esconder con el mismo ahínco tu decisión de participar, de ser vos mismo, único y maravilloso, de esas dos imágenes me quedo con ese viaje que va mas allá de toda superficialidad que desborda lo intimo, la esencia, donde se abaten todas las razones para ser desandadas por la sangre de todo aquello que en el día contribuyo con el enjambre de pinturas, con ese increíble sentimiento que se antepone ante la imagen fatídica de cualquier vago personaje que cree que puede quebrarnos con palabras mordaces y me quedo con la decisión de seguir caminando lúcida, sin gafas oscuras...
Quédate en contra de los disfraces y las palabras despreocupadas
Quédate en contra de lo aburrido y lo monótono
Quédate ... arráncate de las sombras y empezá a caminar.

MARIA DEL MAR TOLEDO.


Reservados derechos de autor por registro de propiedad N°161124 (S.A.L.A.C)

No hay comentarios: