jueves, 15 de enero de 2009

EL CIELO DE RUTH ( JUNIO 2008 )



A solas conmigo medito sobre los grandes descubrimientos, esos lugares apocalípticos en los que me he buscado sin hallarme, a través de libros, recorriendo gente recopilando lugares, caminando en la extensión de hechos y vidas, todo el tiempo fuera de mí, siempre fuera de mí.
El universo no solo es extensión, también es profundidad, tomar conciencia de este hecho para empezar a entender, para empezar a buscar, es fundamental.
Una amiga me cuenta…- Le pedí… no me olvides.
- Olvidame- me dijo.
- Vos te vas, yo me quedo con los lugares, con el perfume, yo cargo con el recuerdo.
- Vos te quedas, pero yo te llevo, vos no sabes lo que se siente. Yo me voy, como se va un fantasma, una sombra, no me voy yo me quedo, no sabes como me siento…No me olvides- me dijo -
Ella llora cuando habla de él, repite el encuentro, enfatiza el milagro, ella es parte de un milagro, yo he sido parte de uno alguna vez y a través de ella revivo ese instante y tiemblo con ella.
Ella tiene un cielo propio en su casa, una luna y varias estrella pendiendo de un hilo, nadie tiene un cielo propio, así pensaba yo hasta que conocí el suyo, alrededor de ese mini universo, baila un espectro blanco de yeso.
El mundo esta dividido en pequeños milagros y grandes catástofres…
Un hombre se inmola en Afganistán y mueren trece personas, en Buenos Aires el atentado a la AMIA se lleva familias, amigos, hijos y padres, dejando miles de desolados y una causa sin culpables.
Transcribo un pasaje…
“En un campo donde agonizaba la vida Armenia una alemana conteniendo el llanto me relato muchos horrores…Fue un domingo, el primer amanecer sobre los cadáveres una multitud azotaba a un grupo de mujeres, un animal humano grito” ¡Bailen!”mientras las azotaban con furia”¡Bailen en ronda hasta morir, con los pechos desnudos!”…luego las rociaron con combustible como en un ritual.
“¡Bailen he aquí el perfume mas dulce!” y les prendieron fuego hasta calcinar sus cuerpos, después del relato la mujer me miro y me dijo” ¿Qué haré con mis ojos, digame que haré?”.
En Asia la joven cadena de noticias de Al Jazeera sacude al mundo con imágenes no oficialistas sobre el horror de uno de los genocidios mas terribles que ha marcado el comienzo del siglo XXI. Las torres gemelas y sus tres mil victimas se convierten en el puntapié inicial para una campaña expansionista y una maquinaria de destrucción, las excusas se multiplican y adquieren un matiz bíblico, los mandatarios se adjudican poderes celestiales y una relación directa con Dios que les susurra al oído… “Yo estoy impulsado a llevar a cabo una misión. Dios me diría:”George ve y combate a esos terroristas en Afganistán”. Y lo hice. Luego me diría:”George ve y termina con esa tiranía en Irak y lo hice” (Declaración de George W.Bus ante el canciller palestino Nabil Saat, junio 2003 Egipto)
En Colombia la FARC después de seis años libera a rehenes, un vocero declara “…No se les debe considerar terroristas sino insurgentes…”, a veces sueño con nombres que se desprenden de la selva, nombres que cuelgan silenciosos de las ramas y forman parte del asfalto verde. Ingrid Betancourt es privada de su libertad, durante años sus derechos son coaccionados, ella no habla, no escucha, pero a veces se me aparece en sueños su figura angosta, esa mirada perdida ente los fogonazos de la selva. Ella que no es, ella que no siente…
Me detengo en mi recorrido por el mundo, abrumada pienso en el tiempo, la poca credibilidad de las palabras, vuelvo a casa y repaso las fotos con viejos amigos y vuelve aquella historia como un remanso de agua fresca.
- Dice que quizás vuelva…
Ella espera…
- Tal vez…- Y calla. Sus amigos animan la idea.

La esperanza surge y la hago mía, porque no importa cual sea el desenlace, ellos son parte de un milagro, un milagro a principios del siglo XXI y tal vez me detenga un poco para buscar mas milagros porque la esperanza surge de ellos y de ella la fuerza necesaria par seguir.
Escruto a mis amigos, los abrazo y me despido, quien sabe cuando nos volvamos a ver, a ella le robo unas cuantas palabras para mi historia, el resto se escribirá solo mientras la magia siga atravesando los continentes.

MARIA DEL MAR TOLEDO

Se reservan derechos de Autor según Exp. Nº 161124 (SALAC, Argentina)

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