Soy mamá de un joven esquizofrénico. Mi hijo es “Casi Normal”. Pero cada día es una lucha diaria, a veces desalentadora. Pero no debemos bajar los brazos, todo depende de nosotros, su familia.
No solo la sufre el sino todos los miembros de la familia, en mi caso sus hermanos. Es importante que todos estemos informados, hayamos leído, sepamos que hacer ante una crisis y tengamos una relación continua con si psiquiatra, para ir observando sus progresos, sus alucinaciones, inseguridades, depresiones, etc., y podamos colaborar con su terapeuta y subsanar cada cosa que se presente.
Es una lucha diaria, pues su carácter, decisiones y acciones son fluctuantes.
En mi casa todos trabajamos unidos, es indispensable que no se susciten controversias, confrontaciones, peleas, pues si ignoramos que esta patología cometeremos muchos errores y la vida será mas difícil. En cambio si estamos informados los niveles que manejamos son mejores, mas positivos para el y nosotros.
Por sobre todas las cosas debemos hacerlo sentir que no es una carga para nosotros, dándole mucho amor y seguridad. Apoyarlo en sus emprendimientos y deseos de superación.
Mi hijo es un caso bastante especial, pudo cursar un secundario, recibirse de bachiller, es profesor de piano y peluquero. Siempre busca nuevos horizontes.
Muchas veces hay que estimularlo para que continúe adelante. Sabemos que cualquier contrariedad, llámese: discriminación, un trato que a el le parezca agresivo, descomedido, lo asumen rápidamente en depresión y querer abandonar todo. Es aquí en donde debemos colaborar con la psiquiatra. Por ejemplo mi hija que vive en otra provincia, lo llama semanalmente por teléfono, le manda mensajes y lo estimula continuamente. Mi hijo menor que vive con nosotros lleva una carga mas pesada pues debe hacer muchas veces de papá. Lo habla soluciona problemas en los cuales el se involucra. Se que no es fácil para ninguno pero débenos tratar siempre de darle respeta que se sienta digno, se acepte tal cual es que es lo mas difícil, pero se puede, estimularlo a que es capaz y puede lograr hacer cosas, dentro de sus limitaciones. El amor es fundamental. Un abrazo, un beso, una palabra cariñosa. Hacerlo comprender que lo amamos tal cual es. Sin ninguna reserva ya que el conoce su patología. Es cociente de la importancia de tomar los remedios para una mejor calidad de vida, de su terapia, pues su psiquiatra es un se excepcional. Hemos conseguido grandes logros y progresos, pero así también aprendimos a que esta enfermedad es un sube y baja. Yo solo puedo decirles a las familias que tienen este de personas que jamás bajen los brazos. Cada día tiene una promesa nueva, que el dolor se lo puede manejar, pues pensemos que ellos sufren mucho y que la unión, la concordia, el tratar de entenderlos y apoyarlos siempre es nuestra meta.
En el tengo un ángel y comprendí muchas cosas y aprendí otras... no nos quedemos rezagados. Lean infórmense, tengan siempre inter consultas con su terapeuta para trabajar unidos con un solo objetivo. Lo mejor para estos seres ya que viven con una tremenda carga de dolor y sufrimiento y esta en nosotros, ali sanarla y ayudarlos siempre. Dios nos da esa fuerza, yo la encontré en el. Ojala que este escrito le sirva a alguien, ya que todo se puede y doy fe de ello.
NOTA: pueden concurrir a A.J.U.P.E.F LOS SEGUNDOS MARTES DE CADA MES Y JUEVES. EN EL COLEGIO DE INGENIEROS CITO EN CALLE BELGRANO (FRENTE A FAMULARO)
POR CUALQUIER CONSULTA CEL: 388 154098033, MARTA ALFONSO.
