Intercambio de saberes en Jujuy II.

Después de haber abordado las primeras jornadas que dieron actividad en Jujuy al Proyecto “Autogestión Comunitaria para el Intercambio de Saberes”, con el Movimiento Tupaj Katari, en San Salvador, y con el Comedor “Los Pibes”, en San Pedro, la delegación de la Organización Social y Política Comedor “Los Pibes” encaró la última etapa de la travesía, cuyo destino era La Quiaca, ciudad de frontera con la hermana República de Bolivia.

El recorrido, con la incorporación de Romina Fernández, compañera del Comedor “Los Pibes” de San Pedro, a la delegación, nos llevó a admirar la cultura, los colores y la pureza que enriquecen las tierras de la Quebrada de Humahuaca y la Puna. En un alto del camino conocimos el paraje “Posta de Hornillos”, que fue una de las bases del Ejército del Norte que comandó el General Manuel Belgrano. Además de la reseña histórica, hechos como que hace doscientos años el pueblo jujeño haya vestido a los cardos con sus ropas para demorar el avance de las tropas del virreinato y así posibilitar el éxodo como estrategia durante la Guerra de Independencia, nos explicaron que siempre el ingenio popular hace posible las más altas victorias, aún cuando el enemigo disponga de lo que es capaz de producir por concentrar en sus manos los medios materiales y el poder.

La Quiaca es una ciudad que ve pasar riquezas, mercancías legales e ilegales. El pueblo quiaqueño no goza de ninguna ventaja por esto; el hambre, la miseria y la negación son las heridas que hermanan sus historias con las nuestras y con las de cualquier punto de estas tierras, porque es la historia que padecemos desde hace 517 años.

En esta ciudad, el Proyecto, que cuenta con el apoyo de la Subsecretaría de Organización y Capacitación Popular del Ministerio de Desarrollo Social de la Nación, continuó con el Comedor “Verdurita” como contraparte en el intercambio. Este centro, que tiene a los compañeros Anita del Valle y Antonio Negrete como referentes, desarrolla la formación y práctica evangélica, lo cual nos llevó a dialogar sobre los ejes de emprendimientos productivos, gestión social y comunicación social, mirando cómo, otra vez, las diferentes estructuras de pensamiento y organización que puede adoptar el campo popular, siempre se enfrenta a los mismos problemas, hijos de la misma injusticia.

La espiritualidad y el humanismo de las más puras expresiones de cualquier religión nos fueron transmitidas por compañeros que practican la solidaridad y la resistencia para hacer posible, por ejemplo, la plantación de papa andina, el comedor, la transmisión de saberes, y más actividades que se fundan en la búsqueda de soluciones colectivas para problemas que son de todos. Esta búsqueda tiene como objetivo la misma construcción de un futuro más justo para la vida de los más que la que nos esforzamos en desarrollar todos los días en el barrio porteño de La Boca. Allí compartimos las experiencias de la Cooperativa Federal de Trabajo Textil “Los Pibes”, con detalles sobre cómo se organiza la producción y cómo se estructura el emprendimiento. También dialogamos sobre la necesidad de desarrollar prácticas de comunicación que afiancen los lazos hacia organizaciones hermanas y hacia la comunidad en general. Para que estas prácticas sean posibles, el Proyecto dejó en manos del Comedor Verdurita una computadora equipada con dispositivos de última generación.

Compañeros de la Comunidad el Cóndor, originarios que reivindican la cultura, la tierra y la vida que es más antigua que la imposición de las desigualdades contemporáneas, nos compartieron sus búsquedas en la gestión social de posibilidades para desarrollos productivos y comunicacionales. El hecho de ser reconocidos por el Estado como “Comunidad Originaria”, vimos, da por ejemplo una personería jurídica para las búsquedas burocráticas, aunque está lejos de posibilitar el desarrollo satisfactorio de las prácticas culturales y organizativas que son propias. Cuentan, por ejemplo, con un emprendimiento de producción de artesanías que se llama Kuntur, que es la palabra quechua que dio origen a nuestra forma de denominar al “cóndor”, que es un pájaro inmenso y maravilloso que desde hace miles de años simboliza los más altos valores de múltiples culturas andinas y hoy está en serio peligro de extinción.

El intercambio entre el Comedor “Los Pibes” de La Boca y estas organizaciones, de raíces y prácticas que son diferentes a las nuestras, en una ciudad de frontera que no padece la sobrepoblación propia de la Ciudad de Buenos Aires, nos mostró en forma cabal que la injusticia se impone con la misma saña aquí y allá. Los niveles de desnutrición, la carencia de fuentes de trabajo, la sobreexplotación y la búsqueda organizada de salidas colectivas nos hermanan.

Después de descansar en las instalaciones que nos brindaron los compañeros de La Quiaca, emprendimos el largo regreso a La Boca. Ahora a la delegación que asumimos la responsabilidad de implementar estas jornadas nos toca asimilar lo que vimos, escuchamos y sentimos, para compartirlo con nuestros compañeros y continuar, enriquecidos, en la misma lucha cotidiana para construir una realidad donde los más no tengan que padecer por los privilegios de nadie.

COMEDOR LOS PIBES.

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