viernes, 20 de mayo de 2011

Carta para los ciegos y los sordos


Kompañerxs esta carta esta dirigida, a todxs los oprimidos de todxs los tiempos y de los lugares de este pequeño planeta.
La desesperación que lleva a los sujetos, a la delincuencia, es el principal problema de las injusticias sociales. No hablo de la delincuencia, sino de las causas que nos llevan a ese acto.
Hace un tiempo me vì envuelto en un laberinto sin salida, en la desesperación económica. Que frustración más grande es encontrarte contra esa pared.
Y esto que tiene que ver con la delincuencia y las injusticias?
La militancia diaria, esa charla que tenes con todos los que te cruzas todos los días, desde el colectivero a la mañana, hasta el quiosquero de la noche, ha donde te vas a comprar un cigarro suelto para terminar el dia, todo forma parte de la lucha y el cambio.
Pero desesperado, que vas a charlar, que vas a luchar
Elevada la moral revolucionaria, no tiene que impedirte la ceguera cotidiana.
El trabajo, ese valor humano por excelencia, hoy pisoteado, basureado y bastardeado, “el trabajo es la dignificación de los seres humanos”, eso me contó un amigo hace casi 2 años. En ese momento no lo podía entender, porque las circunstancias me lo impedían.
Ahora me cae la ficha, miedo compañerxs!!. Miedo a no encontrar un trabajo, miedo a perder el que tengo, la inseguridad laboral es la que desespera, la que nos lleva a cometer cualquier acto, para dignificarnos.
Pero la domesticidad es la que determina nuestros actos. Cuando un animal domestico tiene hambre, por muy domesticado que esté, es inútil que se le vaya con sermones, ni con leyes, comerá de lo que tenga a boca, y si esta atado, romperá las cuerdas y luego, si es preciso romperá la pared que lo separa del alimento, que acostumbre a comer. En cambio poned a un sujeto hambriento delante de una vidriera llena de fiambres y no se atreverá a romper el cristal, temerosos del castigo que habrán de imponerle el sacerdote y el juez”,” todos los animales se convierten en fieras cuando de defender a sus hijxs se trata, en cambio los sujetos los ven morir de frío, de hambre , de falta de dinero para comprar las medicinas o el aparato que ha de salvarlos sin rebelarse, sin atacar, sin salir a las calles matando a quienes tienen la culpa de la muerte de sus hijxs sin zapatos, sin vestidos, sin pan, estando llenos los negocios y los súper”.
Esta palabras fueron escritas hace ya muchos años atrás, quizás un siglo, hoy salimos como animales a las calles a buscar lo que es nuestro, pero quien condena hoy es la televisión, la creadora de opinión publica, la vecina de al lado, que es igual de pobre que yo, el policía que también es tan pobre como yo, solo que es un esclavo con látigo.
La guerra hoy es pobre contra pobres.
La certeza esta en encontrar las causas de las injusticias sociales, la que lleva a la desesperación y a la delincuencia.
Pero sabemos quienes son los que generan esas causas, una minoría terrateniente, empresaria, la dueña de los medios de producción y de los medios de desinformación.
La revolución surge de la rebelión moral contra las injusticias, contra la desigualdad y contra la opresión social. Cuando nosotrxs hombres y mujeres tomemos conciencia de que esta situación es producto de otrxs hombres y mujeres, y por consiguiente eliminable por el mismo ser humano ahí nace la revolución.


“los protagonistas de las revoluciones son los pueblos no los hombres”

“el anarquismo y el derecho”
Colección utopia libertaria

Carta escrita por Pato. C.

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