Un 12 de agosto de 1974 dieciséis miembros del Ejército Revolucionario del Pueblo eran fusilados luego de rendirse y deponer sus armas en inmediaciones de la Capilla del Rosario en la provincia de Catamarca.
Y pasaron años hasta que la Justicia Federal pudo identificar a los supuestos autores del hecho, razón por la cual durante la tarde de ayer el letrado, ex jefe militar y policial de Jujuy, Carlos Eduardo del Valle Carrizo Salvadores, quedó detenido por orden de la Justicia Federal de esa provincia, luego de ser indagado por el hecho donde se declaró "inocente".
Como todos saben la detención de Salvadores era solicitada por distintos organismos de derechos humanos de Catamarca y Jujuy. No en vano en su momento el luchador social Carlos Nolasco Santillán, en referencia a las acusaciones que enfrenta el ahora letrado, expresó "me gustaría saber si para el Tribunal de Etica del Colegio de Abogados, ¿es ético que un supuesto criminal ejerza la defensa de otro criminal?".
De ahí que es loable destacar la medida teniendo en cuenta que muchas veces la justicia (provincial o federal) posee una particular interpretación del derecho que no siempre coincide con el sentimiento y conocimiento popular.
De todas formas lo cierto es que el ex jerarca militar quedo detenido junto a su compañero de armas Mario El "Japonés" Nakagama, quien ya había sido apresado el pasado jueves, luego de que nuevamente fuera indagado alrededor de los 16 asesinatos.
Cabe señalar que la causa denominada "Masacre en Capilla del Rosario", ocurrida durante la gobernación de Hugo Mott, tuvo un importante avance luego de que la Cámara Federal de Tucumán ordenara al juez catamarqueño "agravar las imputaciones", que hasta el momento tenían a Nakagama y a Carrizo Salvadores como "autores secundarios" de los hechos.
En este sentido ambos son acusados por delitos de "lesa humanidad" y por eso es que Carrizo Salvadores, durante la tarde-noche del último viernes, quedo alojado en dependencias del Servicio Penitenciario de Catamarca.
Según fuentes cercanas a las investigaciones, este lunes el juez federal Moreno viajara a la ciudad de Córdoba, donde le tomara declaración indagatoria a Ezequiel "El Zorro" Acosta, quien fue sindicado como uno de los principales partícipes del fusilamiento a los guerrilleros.
Debemos decir que "El Zorro" Acosta estaba al frente de la Compañía B del Regimiento, la cual interceptó y redujo a los prisioneros del ERP en los montes, cercanos al departamento Fray Mamerto Esquiú, y los ejecutó a "sangre fría".
La importancia en el testimonio de Acosta residiría en que el acusado habría actuado previo a recibir ordenes de Carlos Eduardo del Valle Carrizo Salvadores y Mario El "Japonés" Nakagama.
De todos maneras habrá que esperar los pasos a seguir en torno a esta causa y una vez concluidos los trámites, el juez Moreno estaría en condiciones de dictar el procesamiento de los imputados y la posible elevación a juicio de la causa.
Masacre de "Capilla del Rosario"
Según informes, indicios y pruebas recabadas por la justicia federal Mario Nakagama y Carlos Eduardo del Valle Carrizo Salvadores, quien por ese momento era jefe del desaparecido Regimiento 17 de Infantería Aerotransportada de Catamarca, son, hasta el momento, los únicos acusados por los 16 crímenes ocurridos el 12 de agosto del 1974.
Ambos ex jerarcas militares fueron sindicados por varios testigos como los oficiales que tuvieron a su cargo las tropas del ejército que primeramente rodearon a los guerrilleros y que luego, una vez que éstos se rindieron, los ejecutaron.
Cabe señalar que el grupo "rebelde" formaba parte de un comando de la "Compañía del Monte", del ERP, quienes habían viajado a Catamarca (el 11 de agosto de 1974) para ingresar al Regimiento de Infantería 17, con el fin de sustraer armas y otros pertrechos.
La misión no tuvo éxito y el comando fue sorprendido fortuitamente por dos ciclistas que justo por aquel momento pasaban por la zona de Agua Colorada y quienes dieron aviso a las fuerzas de seguridad, por ello es que a los pocos minutos se produjo un primer enfrentamiento con la Policía.
Producto de esto el grupo se dividió en tres partes y una de ellas, la que comandaba Antonio del Carmen Fernández, fue sorprendida en el "Cañadón de los Walther", en inmediaciones de la Capilla del Rosario, en el departamento de Fray Mamerto Esquiú.
Al ser superados numéricamente por los soldados del Ejercito, el grupo se rindió y depusieron sus armas, pero a pesar de esto fueron fusilados, según señalaron varios testigos de la causa, entre ellos el letrado Mario Marca quien de acuerdo a su testimonio dijo "existió una orden en tal sentido emanada por el jefe del Tercer Cuerpo de Ejército".
A su vez otros guerrilleros fueron detenidos en la ciudad, luego de dejar varios heridos en el hospital, y una tercera fracción, que estaba al frente de Santiago Irurzún logró huir hasta el sur tucumano.
FUENTE : EL TRIBUNO
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