sábado, 26 de junio de 2010

Pernías fue acusado de usar dardos venenosos con los desaparecidos

última dictadura

Pernías fue acusado de usar dardos venenosos con los desaparecidos


Ana María Martí coincidió con los dichos de Alfredo Buzzalino de que el represor habría experimentado con "dardos venenosos" contra una persona mantenida en cautiverio.

Sábado 26 de Junio de 2010 Nacional

Buenos Aires (NA) -- El represor Antonio Pernías fue acusado ayer por una ex detenida-desaparecida de la ESMA de haber experimentado con "dardos venenosos" contra una persona mantenida en cautiverio durante la última dictadura militar, al dar testimonio en el juicio que se sigue por los crímenes cometidos en ese centro clandestino de la Armada.

Así lo aseguró la ex detenida Ana María Martí, quien coincidió con los dichos de Alfredo Buzzalino, quien declaró el jueves y también estuvo secuestrado en la ESMA.

Buzzalino había afirmado que el ex capitán de la Armada Pernías -a quien varios testigos señalan como uno de los miembros del grupo Operativo- había estado ausente del lugar durante un período de 1977.

En ese sentido, Martí y Buzzalino coincidieron en señalar que Pernías regresó a la ESMA con "dardos venenosos", probablemente de un viaje a Estados Unidos o, según otra versión, tras sufrir un accidente.

Los dardos fueron probados en el cuerpo de una de las personas que permanecía en cautiverio de apellido Schiapira, quien había sido herido en un tiroteo y tenía su brazo enyesado.

Martí dio ayer detalles sobre el episodio al recordar que Pernías se había encargado de aclarar que los dardos eran utilizados para adormecer animales, y que utilizando cantidades erróneas de veneno las mismas eran letales, en tanto que pretendía probarlas para capturar con vida a miembros de las organizaciones subversivas.

Otra de las ex detenidas que declaró en la jornada en el juicio que lleva adelante el Tribunal Oral Federal número 5, María Alicia Milia de Pirles, reveló que fue el propio ex capitán Alfredo Astiz, quien admitió en una conversación que los llamados "traslados" era la denominación con la que se ocultaban los operativos por los cuales las personas en cautiverio eran arrojadas vivas al mar.

"El mar siempre nos da una respuesta", habría sentenciado Astiz en una conversación en la cual Milia de Pirles le pidió al llamado "Angel Rubio" o "Angel de la muerte" de la ESMA que le dijera la verdad acerca de la existencia de "Campos de recuperación en el Sur argentino", adonde les decían iban a ser llevados los detenidos.

Astiz habría abundado en explicaciones señalando que los primeros trasladados habían sido arrojados a las aguas del Río de la Plata, pero que eran devueltos a las costas de Uruguay o de la provincia de Buenos Aires, y que por esa razón "pensamos en tirar a la gente al mar, porque desde esa altura el agua es una plancha de acero que los desnuca".

Además, según el relato de la testigo, Astiz le había aclarado que "los tiramos dormidos" y si no morían del golpe contra el agua "las orcas en el Mar Argentino hacen su trabajo".

"A partir de ese momento, me quedó absolutamente claro qué eran los traslados; traslado y muerte eran lo mismo".

Ambas testigos, confirmaron durante sus declaraciones la existencia de "traslados masivos" de detenidos en los llamados vuelos de la muerte; la presencia de ex detenidas embarazadas que luego de dar a luz eran asesinadas y sus bebés entregados a militares o integrantes de las Fuerzas Armadas o de seguridad, siguiendo el orden de un "listado", según estimó Martí.

Está última también afirmó que existieron listados y ficheros de desaparecidos o de personas que estuvieron alojadas en la ESMA, superior a las 4700, según sus cálculos, y señaló como responsables de esos archivos a los epresores Raúl Scheller yManuel Venassi, el primero acusado en el presente juicio.

Ambas también coincidieron en haber visto con vida a la monja Francesa Alice Domon, secuestrada con el grupo denominado de La Santa Cruz, uno de los casos emblemáticos de la represión que está siendo juzgado.

También recordaron la presencia de la líder de Montoneros Norma Arrostito, y las conversaciones que esta mantuvo con el por entonces jefe de la ESMA, el fallecido vicealmirante Jacinto Chamorro.

Además, describieron al jefe de Inteligencia del Grupo de Tareas Jorge "El tigre" Acosta, como un oficial que "se sentía" Dios y disponía de la vida o la muerte de las personas alojadas en el centro clandestino.

El TOF 5 tenía pendiente una resolución respecto de la incorporación del denominado "Cuarto juez", German Castellano, a la composición del tribunal que, en caso de resolverse de manera negativa, pondría en peligro la prosecusión de las audiencias.

En ese sentido, y hasta últimas horas de la tarde los jueces no habían adoptado una resolución al respecto, pero no se descarta que se podría pronunciar durante las próximas jornadas.

FUENTE : EL TRIBUNO

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