viernes, 3 de octubre de 2008

EL CHE Y EL FUEGO.

JUJUY-ARGENTINA.


El che y el fuego




“Un hombre camina como un gigante con el fuego encendido en el pecho”

…Entonces Prometeo robo de la forja de Hefestos parte del fuego sagrado que Zeus había negado al hombre ,él sería castigado por la eternidad pero su proeza serviría para alejar el frió y las bestias y dar curso a una nueva historia…

En EEUU un joven de los “panteras negras” encabeza una manifestación con una bandera del Che Guevara, al otro lado del mundo desde Barcelona a Japón o Pakistán remeras del Che acompañan a jóvenes estudiantes en la reivindicación de sus derechos.
Solo algunos hombres caminan un sueño en forma de continente, solo algunos dejan la semilla germinar para que los vientos del mundo los lleven de boca en boca.
Un caminante casi adolescente sale de Bs As y hombre revolucionario llega a Cuba y queda prendido a su causa, no camina solo, una legión de voces lo acompaña. En Cuba ya no es Ernesto es “el Che”, comandante con la tropa, médico para los heridos, estratega con Fidel, amante esposo para su única Adeila March, hijo, hermano y poeta, mientas camina lee a Cervantes, a Vallejo y escribe “Otra vez siento bajo mis talones el costillar de rocinante. Vuelvo al camino con mi adalga al brazo… (Carta a sus padres .La Habana1965).
El hombre Ernesto Guevara de la Serna se despoja del burgués y se adentra en los desmanes de la selva, batallando entre el frió, el hambre y batallando con el mismo para dejar surgir al Hombre nuevo aquel que parafrasea en cada discurso, en cada anécdota ese que se carga en al mochila cada día, cada noche.
1959 es la fecha de la victoria pero el comandante Che Guevara decide seguir desandando la América, se dirige a Bolivia y escribe “adiós mi única / no tiembles ante el hambre de los lobos / ni el frió estepario de la ausencia / del lado del corazón te llevo y juntos seguiremos hasta que la ruta se esfume--- (Carta a su única Adeila March).
En 1967 muere el hombre Ernesto Guevara y el fantasma da lugar al mito, en cada manifestación, en cada charla, en cada debate, el espíritu revolucionario tiene nombre.
“El sueño de un hombre puede ser el de muchos”.
El fuego de la conquista evoca nombres y fechas, caminó antes por ciudades remotas y lejanas en México con Pancho Villa, en Chiapas con el Sub. Comandante Marcos, en Bolivia con Juana Azurduy y Simón Bolivar.
No estamos tan lejos de nuestros sueños, no hace falta una lucha entre gigantes solo hace falta el compromiso con aquellos que no pudieron elegir, con los que no tienen opciones. En estos tiempos en los que estamos tan cadenciados, el compromiso es con el otro y con nosotros mismos, pensar en el cambio, replantearnos el día a día es mantener la llama y recordar que en todo caso las revoluciones trascendentales nacen de hombres comunes con grandes ideas y una voluntad de hierro, en todo caso la gran revolución, esa única y reveladora, esta germinando dentro de cada uno brillando con luz propia.






MARIA DEL MAR TOLEDO

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