jueves, 15 de abril de 2010

Salta: 20 años para Zirpolo y Arias. Primera condena a los genocidas en el norte. Texto del fallo‏



















Los primeros condenados en Salta

por la represión de la dictadura

Son los coroneles retirados Carlos Alberto Arias y Luis Angel Gaspar Zírpolo. Fueron condenados a 20 años de prisión. Es por el secuestro y desaparición del escribano Aldo Melitón Bustos. La condena llegó 32 años después de ocurrido el hecho, y tal vez no cubrió las expectativas de los familiares y militantes de derechos humanos, pero alcanzó una significación importante, porque es la primera en esta provincia y porque tenía un valor simbólico para muchos familiares que no podrán reclamar un juicio por sus caídos.

Finalmente, tras cinco meses de idas y vueltas, de lento andar, el Tribunal Oral en lo Criminal Federal de Salta dio su sentencia hoy (13 de abril) en el primer juicio llevado a cabo en esta provincia norteña por crímenes cometidos durante la dictadura militar que detentó el poder entre 1976 y 1983.
El fallo se conoció poco después del mediodía, cuando el nerviosismo dominaba las manos, los rostros y los movimientos de los asistentes. “Condenando a Carlos Alberto Arias (…) a la pena de veinte años de prisión e inhabilitación absoluta por el término de la condena como autor penalmente responsable del delito de privación ilegítima de la libertad agravada por el uso de violencia en concurso real con el delito de homicidio simple en el grado de partícipe necesario”. Sentenció el Tribunal integrado por los jueces Roberto Frías, Jorge Luis Villada y Marta Liliana Snopek. La condena a Luis Angel Gaspar Zírpolo es calcada de la de Arias.
El Tribunal resolvió posponer la definición sobre la modalidad en que los ahora convictos cumplirán su condena. Dispuso que eso lo decidirá el juez de ejecución de sentencia, cuando la sentencia quede firme. El Salta el juez de ejecución de sentencia es un integrante del Tribunal Oral, en este caso, la jueza Snopek. Hasta tanto el fallo quede firme, Arias y Zírpolo seguirán con prisión preventiva. Durante el debate ambos estuvieron alojados en la cárcel federal Nº 16, con sede en Cerrillos, pero antes Zírpolo estaba beneficiado con la prisión domiciliaria, que cumplía en Tucumán; mientras que Arias estaba detenido en Buenos Aires.
El Tribunal resolvió también enviar a la Fiscalía Penal de turno los pedidos de que se investigue a testigos por presunto falso testimonio. Y precisó que el 20 de abril dará a conocer los fundamentos de la sentencia.
Los condenados escucharon el fallo sin demostrar emociones, con el gesto adusto que trataron de exhibir durante toda la audiencia. Entre el público surgió un tibio aplauso que enseguida dio paso al canto bandera de las organizaciones de derechos humanos: “Como a los nazis les va a pasar, adonde vayan los iremos a buscar”. Arias y Zírpolo se retiraron seguidos por el coro.

Triunfo a medias
“Es un triunfo, pero un triunfo a medias. Se probó la participación de dos personas en crímenes de lesa humanidad, pero el Tribunal tenía que haber avanzado en la prisión perpetua”, sostuvo más tarde el abogado David Leiva, que junto a Tania Kiriaco representó al querellante, Raúl Federico Bustos, hijo del escribano secuestrado en la norteña ciudad de Tartagal el 2 de febrero de 1978.
“Hemos logrado quebrar parte de la impunidad que se tiene en la Justicia Federal”, añadió Leiva ante un público integrado mayoritariamente por jóvenes militantes del Movimiento Libres del Sur y del Partido Obrero, que habían llegado hasta la calle Deán Funes para alentar con sus banderas y cánticos.
Leiva criticó también al Tribunal por su falta de respeto “a la condición humana”. No solo por los maltratos, sobre todo de parte del presidente del Tribunal, Roberto Frías, a testigos y al querellante, sino también por las largas esperas a las que se sometió al público y a las partes. “Todo esto era para desalentar al público”, razonó el letrado, que interpretó también en este sentido el hecho de que el Tribunal limitara y entorpeciera el trabajo de los periodistas al no permitir la transmisión en vivo de la lectura del fallo, y no autorizar la grabación de este momento.
Kiriaco por su parte, adelantó que la querella va a apelar el fallo. Aunque Bustos hijo respondió: “Estoy conforme”, cuando se lo consultó sobre su opinión respecto del fallo. Raúl Bustos dijo que para su familia significó una reivindicación el hecho de que se hablara del secuestro de su padre, que la sociedad se enterara de lo que había pasado, y agradeció la difusión y la presencia de los medios de comunicación.

No soy el viejo Vizcacha
Como cada una de las jornadas de este debate, la de hoy también empezó tarde: había sido convocada para las 10 pero se inició recién a las 11 y 18 minutos.
El presidente del Tribunal hizo la formal pregunta a los acusados: ¿querían decir algo más antes de que pasaran a deliberar? Ambos quisieron.
El primero en hablar fue Arias. Empezó por contestar una afirmación del abogado David Leiva (y de paso aprovechó para pegarle al fiscal federal Eduardo Villalba, otro blanco de sus enojos).
El abogado de la querella había molestado al coronel retirado porque en su alegato dijo que Arias había hecho como el viejo Vizcacha: buscar un palo en el que rascarse, en alusión al intento del acusado por congraciarse con los jueces mediante un relato literario que hizo durante su indagatoria.
Arias quiso aclarar que no es el viejo Vizcacha, y que no buscaba congraciarse con el Tribunal, pero el presidente no lo dejó terminar, le pidió que se limitara a decir algo sobre la acusación. “En ese caso voy a seguir reclamando y clamando ante este tribunal mi absoluta inocencia y la prescindencia de todo lo que se me acusa”, sostuvo.
Zírpolo fue más directo: “Lo único que voy a ratificar acá es mi inocencia total de lo que se me acusa. Y pienso y creo que la actitud de mi coimputado (en referencia a la fama de cruel que se había ganado Arias entre los conscriptos) ha dado lugar a la incriminación de subalternos que son inocentes”, agregó.
Tras una corta deliberación, el Tribunal volvió a la sala para dar a conocer el veredicto. Entre el público escuchaba el ministro de Trabajo de Salta, Rubén Fortuny, hijo del legendario ex jefe de la Policía homónimo, que como funcionario del ex gobernador Miguel Ragone emprendió una reforma sin precedentes en la Policía de Salta, al punto de encarcelar a los torturadores, y fue luego asesinado por un ex policía represor y torturador.
También escuchó el fallo la secretaria de Derechos Humanos de Salta, María Pace, y un enviado del Programa Verdad y Justicia del Ministerio de Justicia de la Nación, Manuel Pedreira.
Elena Corvalan, directora de Radio Nacional Salta
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QUERELLANTES LA ABOGADA KIRIACO, JUNTO A SU COLEGA LEIVA.

Fallo completo

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Veredicto completo application/pdf 756.07 Kb.
Fuente: www.cij.gov.ar

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FUENTE: EL TRIBUNO
caso melitón bustos

La Justicia determinó que los coroneles son culpables

Luego de casi cinco meses de debate, concluyó ayer el primer juicio por un crimen de lesa humanidad en Salta.
Miércoles 14 de Abril de 2010 Salta Por Rubén Arenas

ARENGA / EL ABOGADO DAVID LEIVA HABLA ANTE LAS  ORGANIZACIONES DE DERECHOS HUMANOS FRENTE AL TRIBUNAL ARENGA / EL ABOGADO DAVID LEIVA HABLA ANTE LAS ORGANIZACIONES DE DERECHOS HUMANOS FRENTE AL TRIBUNAL

“Hubo condena, pero con sabor a poco...”, expresó el querellante David Leiva luego de que el Tribunal Oral Federal anunciara ayer la condena a 20 años de prisión para los coroneles Carlos Alberto Arias y Luis Angel Zírpolo, a quienes encontró culpables del secuestro y eliminación física del escribano Melitón Bustos. De esa manera la Justicia de Salta inscribe el primer capítulo de esta página de horror que se vivió en esta provincia durante la última dictadura, con la condena efectiva a los primeros acusados por un crimen de lesa humanidad. Tras el veredicto hubo emociones de todo tipo: aplausos, abrazos, llantos y desconsuelo. También hubo bronca entre los representantes de las organizaciones de derechos humanos que esperaban una condena a perpetua. Pero la síntesis, sin duda, la marcaron los hermanos Raúl, Sandra y Sonia Bustos, los hijos del profesional, que se estrecharon en un interminable abrazo. “Esperábamos la pena máxima, pero igual estamos conformes porque se probó que los dos imputados tuvieron activa participación en la desaparición de nuestro padre”, manifestó Sonia, quien es abogada y docente.
Ante una sala colmada, con la presencia del ministro de Trabajo, Rubén Fortuny; la secretaria de Derechos Humanos, María Pace, y el presidente del Colegio de Abogados, Pío Castellani, el Tribunal abrió la audiencia a las 11.25 para cumplir con la última etapa de rigor antes de pasar a deliberar. El presidente Roberto Frías les dio la oportunidad a los militares para que dijeran sus últimas palabras y así lo hicieron, expresando ambos que eran inocentes.
Eran las 12.05 cuando los camaristas Frías, Jorge Villada y Liliana Snopek ordenaron al secretario Luis Casares que diera lectura al veredicto. Los hermanos Bustos, sentados en la primera fila, se tomaron de la mano, mientras Arias clavó su mirada felina en el funcionario, en tanto que Zírpolo optó por escuchar el fallo con la cabeza gacha. Fueron segundos de interminable suspenso, pero suficientes como para graficar las sensaciones de una parte y de otra. La distensión para los herederos del escribano llegó cuando se anunció para los coroneles el monto de la condena por los delitos de privación ilegítima de la libertad agravada por el uso de violencia, en concurso real con el de homicidio simple en el grado de partícipes necesarios. Luego de casi cinco meses de interrumpidos debates, se cierra una parte de este capítulo que viene a echar luz acerca de lo ocurrido con Bustos, quien fue secuestrado delante de su hijo Raúl en la madrugada del 2 de febrero de 1978, en la ciudad de Tartagal. “Hoy mi padre deja de ser un desaparecido para convertirse en un asesinado por la dictadura”, sentenció Sonia Bustos. Las dudas que quedaron planteadas es por qué el Tribunal descartó la figura de la alevosía cuando está probado que la víctima estaba indefensa y que sus ejecutores actuaron sobre seguro. Tampoco se tomó en cuenta la pluralidad de personas al tratarse de un crimen cometido en el marco de un plan generalizado y sistemático.
“Yo creo que hubo demasiadas concesiones para los represores a lo largo de este proceso y por eso llegamos a esta condena”, se quejó Hugo Tapia, representante de las organizaciones de derechos humanos de Orán. José Cortez, con la foto de su hermano José Antonio, desaparecido en 1997, también expresó su desacuerdo con el fallo. “De todas maneras, esto de algo sirve para encaminar los juicios por Ragone, Palomitas y otros ocurridos en nuestra provincia durante el Proceso militar”, señaló.

Los hijos están conforme con el fallo

“Nuestro padre dejó de ser un desaparecido”






Miércoles 14 de Abril de 2010 Salta
HERMANOS / SONIA, SANDRA Y RAUL BUSTOS  VISITARON AYER EL TRIBUNO. HERMANOS / SONIA, SANDRA Y RAUL BUSTOS VISITARON AYER EL TRIBUNO.
Sonia (42), Sandra (47) y Raúl (48), los hijos de Melitón Bustos celebraron ayer la condena a 20 años de prisión que la Justicia federal de Salta le aplicó a los coroneles Carlos Alberto Arias y Luis Angel Zírpolo por el secuestro y homicidio de su padre. Los tres nacieron en Salta y tras la desaparición del escribano tuvieron que radicarse en Santa Fe, de donde eran oriundos su padres. “Yo creo que cumplí con Melitón, porque desde los 16 años vengo luchando para que se haga Justicia”, expresó Raúl, quien fue testigo del rapto de su padre. Indicó que “estos 32 años fueron una pesada carga para mi, y ahora siento que puedo planificar mejor las cosas, muchas de ellas dejadas a mitad de camino”. Contó que su padre lo tenía al tanto de las amenazas que venía soportando y que lo preparó por si le ocurría algo grave. “Cuando los secuestradores llegaron a casa dijeron que eran gendarmes, pero cuando a mi padre se lo llevaban alcanzó a decirme que eran del Ejército. Por eso en el juicio dije que Melitón no estaba criando un hijo tonto”.
“Ahora siento una profunda tranquilidad, porque se que el crimen de mi padre no está impune”, subrayó Sandra, quien es docente y vive con su hijo de 10 años luego de haber quedado viuda. Con emoción resaltó la figura de su madre, Juana Bolaños, quien no pudo venir por razones de salud.
“Ella fue la gran artífice de nuestra crianza; gracias a ella pudimos estudiar y pudimos salir adelante”, afirmó. También remarcó que “pasamos muchas necesidades y lo más importante es que nos crió sin odio ni rencores”. Sandra sostuvo que “jamás me pude olvidar de Salta, pero las circunstancia determinaron que tuviéramos que irnos. Quiero expresar mio agradecimiento a toda la gente que tan bien nos recibió, en especial a la familia de Lucrecia Barquet y a los hijos de mi tio Heraldo, quien tanto luchó para ubicar el paradero de su hermano”.
Por último la abogada Sonia Bustos manifestó que se siente orgullosa del padre que tuvo, porque su valores quedaron grabados como una impronta en la retina de quienes lo conocieron. “El eligió Salta para vivir y siempre luchó por sus convicciones”, dijo. Puso de relieve que Melitón era un firme defensor de las instituciones de la República y a pesar del momento que se estaba vivienda en aquella época, siempre creyó en el Estado. “Nunca pensó que ese Estado lo iba a hacer desaparecer, por esa razón decidió regresar de su exilio en Bolivia”, señaló.
Finalmente los hermanos Bustos resaltaron la tarea del fiscal Eduardo Villalba, de los querellantes David Leiva y Tania Kiriaco, de las organizaciones de derechos y de todos aquellos que colaboraron para que se conozca la verdad de lo ocurrido con su padre.
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Fuente: Pagina 12
EL PAIS › EL JUICIO POR LA DESAPARICION DEL ESCRIBANO ALDO MELITON BUSTOS EN 1978

La primera condena en Salta

El Tribunal Oral Federal salteño dispuso una pena de veinte años de prisión para los coroneles retirados Carlos Arias y Luis Zírpolo. Familiares y abogados de la víctima destacaron el fallo, pero pidieron prisión perpetua.


Sonia Bustos, hija de la víctima, dijo que se trató de un fallo “a favor de la memoria”.
El Tribunal Oral Federal de Salta condenó ayer a la pena de veinte años de prisión a los coroneles retirados Carlos Alberto Arias y Luis Angel Gaspar Zírpolo, por el secuestro y la desaparición del escribano Aldo Melitón Bustos en 1978. Se trata de la primera sentencia por delitos de lesa humanidad cometidos en la provincia durante la última dictadura. El tribunal que condujo el juicio durante más de cinco meses decidió no modificar el lugar de detención hasta la confirmación de la sentencia: Zírpolo continuará preso en su casa de Tucumán, y Arias, en la Unidad 34 de Campo de Mayo, a cargo del Servicio Penitenciario Federal, donde ningún juez federal del país realizó nunca una inspección ocular.
Sonia Bustos, hija de la víctima, manifestó su satisfacción por la condena y destacó que se trata de un fallo “a favor de la memoria, la verdad y la justicia”. “Es un triunfo para las organizaciones de derechos humanos, la familia de Bustos y la sociedad”, celebró la abogada querellante Tania Kiriaco. “Es un triunfo, pero a medias. Se probó la participación de dos personas en crímenes de lesa humanidad, el Tribunal debió haber avanzado en la prisión perpetua”, sostuvo su colega David Leiva, quien cuestionó el maltrato a los testigos por parte del presidente del tribunal, Roberto Frías, y la negativa a permitir la filmación de la lectura de la sentencia.
Aldo Melitón Bustos fue secuestrado en su casa de Tartagal en la madrugada del 2 de febrero de 1978. El principal testigo fue su hijo Raúl Federico Bustos, que tenía dieciséis años y reconoció a Arias entre los captores. Un segundo testigo, Juan Domingo Javier, declaró que vio desde treinta metros cuando dos hombres llevaban por la fuerza a un tercero e identificó a Arias y a Bustos, a quienes conocía del bar donde trabajaba. Javier declaró que cargaron a Bustos en un auto Opel amarillo o naranja, similar al que utilizaban los grupos de tareas del Regimiento de Infantería de Monte 28 de Tartagal, que comandaba en forma interina Zírpolo.
Al igual que en los cinco meses que duró el juicio, la jornada comenzó con más de una hora de demora. Ambos imputados hicieron uso del derecho a sus “últimas palabras” antes de escuchar la sentencia. Arias las utilizó para responderle al abogado Leiva y para manifestar su enojo con el fiscal federal Eduardo Villalba. “No soy el Viejo Vizcacha”, aseguró, en referencia a las palabras del querellante, que había criticado su actitud de “buscar un palo en el que rascarse”, por su intento de congraciarse con los jueces durante su indagatoria. Cuando el presidente del tribunal le pidió que se limitara a hablar sobre los hechos que se le imputaron, manifestó que se consideraba inocente. “Voy a seguir reclamando y clamando ante este tribunal mi absoluta inocencia y la prescindencia de todo lo que se me acusa”, sostuvo. Zírpolo habló con menos rodeos: “Lo único que voy a ratificar es mi inocencia total de lo que se me acusa. Y pienso y creo que la actitud de mi coimputado (en referencia a la mala fama que Arias se había ganado por su maltrato sistemático a los conscriptos) ha dado lugar a la incriminación de subalternos que son inocentes”, agregó.
Al mediodía, luego de una breve deliberación, el Tribunal que también integran Jorge Luis Villada y Marta Liliana Snopek dio a conocer el veredicto y anunció que el 20 de abril se conocerán los fundamentos. Los militares escucharon el fallo sin manifestar ningún tipo de emoción, con el gesto adusto que intentaron exhibir durante toda la audiencia. Desde el público se esbozó un tibio aplauso que pronto dio paso al canto que ya es símbolo en los juicios a represores: “Como a los nazis les va a pasar, adonde vayan los iremos a buscar”.
“Siento una alegría tremenda, aunque esperábamos una condena a perpetua. Queda un largo camino por recorrer porque en Tartagal hubo muchos desaparecidos”, destacó el testigo Javier. Leiva criticó al tribunal por las largas esperas a las que sometió a las partes. “Todo era para desalentar al público”, afirmó, y cuestionó que los jueces no permitieron la transmisión en vivo ni la grabación de la lectura del fallo.
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Fuente: Nuevo Diario de Salta

Salta


Veinte años a dos represores por la desaparición de Aldo Melitón Bustos
Carlos Arias y Luis Zírpolo, ambos imputados en el caso de desaparición del escribano tartagalense Aldo Melitón Bustos, fueron condenados a 20 años de prisión por privación ilegitima de la libertad como coautores legalmente responsables de ese delito, agravado por el uso de la violencia en concurso real con el delito de homicidio simple en el grado de partícipes necesarios.


El Tribunal Oral Federal y los acusados por la desaparición de Aldo Melitón Bustos.

La sentencia, que dejó un sabor amargo entre los abogados querellantes, familiares e integrantes de organismos de Derechos Humanos, será apelada según lo adelantado por la querella a Nuevo Diario. Esto se realizará tras la lectura de los fundamentos, que se hará el 20 de este mes a las 12.
A pesar de las primeras impresiones, se calificó de "importante" la condena decidida por el Tribunal Oral Federal presidido por el juez Roberto Frías, quien fuera acompañado en el proceso por Marta Liliana Snopek, y Jorge Luis Villada, además de Renato Rabbi Baldi Cabanillas como cuarto juez.

Tras la lectura de la sentencia, solo se escucharon algunos aplausos y los cánticos de los integrantes de organismos de Derechos Humanos mientras Zírpolo y Arias abandonaron la sala de audiencias custodiados por los guardiacárceles del Servicio Penitenciario Federal.

Aunque no escucharon lo que esperaban, los familiares de desaparecidos que acompañaron este proceso se mostraron emocionados de que por primera vez en 32 años de espera (al menos en esta caso, ocurrido en febrero de 1978), haya llegado la condena para represores en un juicio oral y público por delitos de lesa humanidad cometidos durante la última dictadura militar.

"Esto por lo menos, sirve de mensaje a los gobiernos y las generaciones futuras de que estos delitos que cometió el Estado, no quedan impunes", dijo una de las familiares que estuvo en la audiencia.

Entre las causas por delitos de lesa humanidad que deben ser elevadas a juicio oral y público, se indicaba ayer que la próxima podría ser la que investiga el secuestro y asesinato de Eduardo Fronda, a la que le seguiría la que espera esclarecer el secuestro y desaparición del ex gobernador, Miguel Ragone.
Clamando "inocencia"

Antes de pasar a deliberar para dar la sentencia, el Tribunal dio a los imputados la posibilidad de decir sus últimas palabras. Arias, el primero en hablar, hizo referencia a la comparación "despectiva" que hizo el abogado David Leiva, querellante de los familiares de Bustos, al encuadrarlo en la figura del "viejo vizcacha", personaje del Martín Fierro. "No es escuché al fiscal decir nada", fue la recriminación que le hizo el imputado a Villalba, sin que se entienda la razón por la cual el letrado tendría que intervenir en los alegatos de Leiva, momento en el que se hizo la comparación aludida. Cuando empezó a ver que sus últimas palabras podrían convertirse en un discurso largo y tedioso, Frías le pidió al imputado que se "circunscriba" al hecho por el cual se hacía el debate.

Arias entonces se dirigió al Tribunal "reclamando y clamando mi absoluta inocencia y presidencia de todo lo que se me ha imputado". Zírpolo por su parte, ratificó su "inocencia total de los hechos". "Pienso y creo que la actitud del coimputado ha dado lugar a la incriminación de subalternos que son inocentes", agregó.

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TUCUMAN
JUICIO EX JEFATURA DE POLICÍA

Faltan escuchar 45 testigos en el juicio a los represores

Después de los sobresaltos que hubo en el juicio, el cronograma de testigos se extendió hasta el 4 de mayo. Se estima que la sentencia recién se dará a conocer a fines de junio. Mañana se reanuda el debate. Por ahora, Cattáneo lo sigue mirando por TV desde su casa. El 29 de abril se realizará la inspección ocular en Jefatura de Policía. Cafiero fue citado para el 28 de abril y Ruckauf, para el 4 de mayo.

Cafiero y Ruckauf, están entre los últimos testigos que pasarán por el histórico juicio.

Ya sin el genocida Antonio Domingo Bussi en el banquillo de los acusados, todavía resta que desfilen 45 testigos frente al Tribunal Oral Federal en el marco del juicio oral y público que se sigue por los delitos de lesa humanidad cometidos en la ex Jefatura de Policía.
De ese total de testigos, algunos no podrán asistir a la sala de audiencias por razones de salud, por lo que los jueces del TOF deberán decidir si se trasladan a sus respectivos domicilios para tomarles sus testimonios.
El debate se reanudará hoy, a las 9.30, con seis testigos. Desde que comenzó el juicio, el 16 de febrero pasado, ya desfilaron frente al Tribunal Oral 35 testigos. Según el nuevo cronograma, los ex ministros de María Estela Martínez de Perón, Antonio Cafiero y Carlos Ruckauf, tendrán que dar sus testimonios el 28 de abril y el 4 de mayo, respectivamente.
Por el caso de la desaparición del periodista Eduardo Ramos y su esposa Alicia Cerrota, ocurrida el 1 de noviembre de 1976, serán citados para el 22 de abril próximo. (nuevamente por la preprogramación de las fechas) los periodistas Ricardo Kirschbaum, editor general del diario Clarín, y de Magdalena Ruiz Guiñazú, conductora de "Magdalena Tempranísimo” que se emite por Radio Continental. Cabe recordar que la semana pasada ya declararon Pedro y Patricia Ramos, padre y hermana del joven desaparecido.
Ruiz Guiñazú integró desde 1984 la Comisión Nacional sobre la Desaparición de Personas (CONADEP) que fue la entidad encargada de recibir las denuncias de desaparición de personas durante la dictadura militar que gobernó el país entre los años 1976 y 1983. En tanto, Krischbaum fue compañero de trabajo de Ramos durante su paso por Canal 10 de Tucumán.
En tanto, el represor Alberto Cattáneo (ex segundo de Bussi en la V Brigada de Infantería del Ejército) seguirá viendo el debate desde su casa a través del sistema de teleconferencia, debido a su estado de salud. La semana pasada tuvo complicaciones por un cuadro de neumonía.
Después de los distintos sobresaltos que tuvo el juicio, tras las internaciones y la posterior separación de Bussi,- y en el medio, el fallecimiento del represor Mario Zimmermann-, el juicio se extendería hasta fines de junio, cuando se estima que se conocerá la sentencia por parte de los jueces Carlos Jiménez Montilla, Gabriel Casas y Josefina Curi,. Para escuchar el fallo tendrán que estar Luciano Benjamín Menéndez, Alberto Cattáneo, Roberto “El Tuerto” Albornoz y los hermanos Luis y Carlos De Cándido.


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POR UN BICENTENARIO SIN IMPUNIDAD PARA LOS GENOCIDAS

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