Las religiosas fueron secuestradas junto al primer grupo de Madres de Plaza de Mayo en 1977.
Buenos Aires (NA) -- Un sobreviviente de la ESMA aseguró haber visto a las dos monjas francesas secuestradas junto al primer grupo de Madres de Plaza de Mayo en 1977, minutos después de haber sido sometidas a sesiones de tortura, y también cuando semanas después les inyectaban pentotal antes de trasladarlas a los llamados "vuelos de la muerte".
"He visto a las monjas cuando las torturaban, mejor dicho las he escuchado, después (a una de ellas) la pusieron en una oficinita donde funcionaba un laboratorio que no se usaba nunca, yo no se qué tenía que ir a buscar y la encontré sentadita, destruida", relató Carlos Alberto García, al hacer referencia a sesiones de picana eléctrica que sufrieron las religiosas Alice Domón y Leonie Duquet.
En el grupo se había infiltrado el ex capitán de la Armada Alfredo Astiz, uno de los represores que están siendo juzgados por crímenes de lesa humanidad, bajo el falso nombre de Gustavo Niño, simulando ser hermano de un desaparecido.
De acuerdo con los testimonios recogidos durante las audiencias, Astiz participó activamente del operativo a cargo de los integrantes del grupo de tareas GT3.3.2 señalando a las personas que debían ser secuestradas, entre ellas la monja Domón y varias de las madres.
Al respecto, el testigo García recordó que durante el encuentro con la primera de las monjas, Domon, en el lugar conocido como "Capucha", la religiosa le preguntó "por el por el chico rubio y el chico rubio era Astiz".
"Me preguntaban si estaba bien, me pidió agua porque recién la habían torturado, pero no le podía dar agua", rememoró.
Al declarar el viernes ante el Tribunal Oral Federal 5, García abundó al aportar información sobre "un traslado", denominación con que sellaban las condenas a muerte de los detenidos, que "fue el de los compañeros de la Santa Cruz, porque creo que fue alrededor de diciembre; he visto el traslado, vi cómo le inyectaban y los sacaban por el ingreso del sótano que da al playón, que ponían un camión un camión de culata y lo subían".
El testigo había efectuado el mismo relato pero con mayores precisiones al declarar en 1985 durante el Juicio a las Juntas en los que se conoce como Causa 13, en el que se condenó a los ex comandantes de la dictadura.
García aclaró que a pesar de que los militares "eran cuidadosos con el tema de los traslados, y cuando sacaban a la gente estaban apurados para terminar eso", él pudo presenciar uno de esos desplazamientos de gente hacia su destino final.
"He visto los traslados de los miércoles de capucha, cuando levantaban a la gente que se que decían que se iban, que se iban a ir al PEN (a disposición del Poder Ejecutivo Nacional). He visto un cura que le daba la bendición después en el primer piso cuando subíamos y bajáramos porque mirábamos por debajo de la capucha", reveló.
FUENTE : EL TRIBUNO
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